El Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (MACAY) se encuentra en una situación crítica debido a trabajos de restauración iniciados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Un grupo de artistas, galeristas y promotores culturales de Yucatán ha reunido 455 firmas en una carta dirigida a Claudia Sheinbaum, presidenta electa, y al gobernador electo Joaquín Díaz Mena, solicitando su intervención para proteger el espacio del museo.
La carta denuncia que, aunque se había acordado previamente una colaboración entre el INAH y el MACAY para recuperar locales comerciales para la instalación de vestigios arqueológicos relacionados con el Tren Maya, las obras han afectado gravemente al museo. Según los firmantes, desde 2022 se han desmantelado salas de exposición, levantado pisos y cortado árboles sin el debido aviso o acuerdo. La situación se ha agravado, ya que el INAH notificó al MACAY que ocuparía el 80% del museo, dejando solo tres de las diecisiete salas de exposición disponibles.
Este recinto es el único dedicado al arte contemporáneo en el sureste de México, y la comunidad cultural ha expresado su preocupación por la posible reducción de su espacio y funciones. Aunque en un comunicado la Secretaría de Cultura y el INAH aseguraron que no planean eliminar el MACAY, la situación actual ha generado incertidumbre y preocupación entre los artistas y el público sobre el futuro del museo.