La reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado preocupación en los mercados financieros, lo que se traduce en un aumento del perfil de riesgo de México como destino de inversión, según lo indicado por la multinacional Morgan Stanley. La firma ha degradado su recomendación de inversión para México a "Underweight" (subponderado) debido a la propuesta de Reforma Judicial, argumentando que cambiar el sistema judicial podría elevar el riesgo y afectar negativamente las inversiones y el gasto de capital en el país.
A pesar de los esfuerzos de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para tranquilizar a los inversionistas indicando que las inversiones son seguras, la incertidumbre persiste, con la moneda mexicana debilitándose frente al dólar. Morgan Stanley también sugirió a sus clientes reducir su exposición a varias empresas mexicanas, aunque al mismo tiempo mantuvo recomendaciones para otras.
Las dudas sobre la reforma no solo han sido expresadas por la banca internacional, sino que también han sido compartidas por las cúpulas empresariales de Estados Unidos y Canadá, quienes manifestaron su inquietud a sus embajadores, así como por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), destacando un clima de incertidumbre en el entorno de inversión en México. La situación refleja una tensión creciente entre las aspiraciones reformistas del gobierno y las expectativas del sector empresarial.