El caso de César Altagracia resalta un problema serio dentro del béisbol internacional, especialmente en la República Dominicana, donde la falsificación de edad entre prospectos es un fenómeno conocido. La Liga Mayor de Béisbol (MLB) y los equipos se enfrentan al desafío de verificar la autenticidad de la documentación de los jugadores, ya que una gran cantidad de jóvenes talentos provienen de países donde la falta de registros precisos puede facilitar este tipo de engaños.
Según los informes, Altagracia había acordado firmar con los Padres de San Diego por una cifra significativa, lo que evidencia la alta expectativa y el interés que había en él como jugador. Sin embargo, al revelarse que su edad real es cinco años mayor de lo que había declarado, su futuro como prospecto se ve comprometido.
Las consecuencias de la falsificación de edad son severas: además de la suspensión que la MLB ha impuesto en casos anteriores, la reputación del jugador puede quedar dañada, y su camino hacia las grandes ligas se vuelve incierto. Esta situación también afecta a los equipos que invierten tiempo y recursos en evaluar y firmar a estos jugadores.
Es de esperar que, en los próximos días, tanto la MLB como los Padres de San Diego emitan alguna declaración sobre el asunto y tomen las medidas adecuadas para abordar este caso y evitar que se repita en el futuro.