Martha Sandoval, una nadadora mexicana destacada, ha demostrado una notable perseverancia a lo largo de su carrera. A pesar de las adversidades, como la pérdida de apoyo económico debido a decisiones de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, logró financiar su participación en el Mundial de Natación de Fukuoka mediante una rifa de productos deportivos. Esta hazaña le permitió clasificarse para los Juegos Olímpicos de París, donde se convertirá en la tercera representante mexicana en la disciplina de aguas abiertas.
Desde su infancia, la natación ha sido una parte esencial de su vida, especialmente después de que su hermana menor sufrió un accidente en una alberca, lo que llevó a su madre a inscribir a sus tres hijas en clases de natación. Martha comenzó a nadar en cursos de verano y continuó su formación en el Centro Acuático de la Ciudad Deportiva en Mexicali, donde ha estado entrenando durante 13 años.
Aunque empezó especializándose en pruebas de velocidad en la alberca, pronto se dio cuenta de que su fuerza radicaba en la resistencia. Esto la llevó a explorar el mundo de las aguas abiertas, donde encontró una nueva pasión y libertad al nadar largas distancias. Sus entrenamientos la llevaron a nadar 12 kilómetros por sesión, y rápidamente comenzó a cosechar éxitos en competencias locales e internacionales.
Sin embargo, su camino no ha estado exento de retos. En 2021, a solo un día de un importante preolímpico para los Juegos de Tokio, se enfermó de gastroenteritis, lo que afectó gravemente su rendimiento y le hizo perder una oportunidad crucial en su carrera.
A pesar de estos obstáculos, la determinación de Martha Sandoval sigue siendo fuerte, y su historia es un testimonio de resiliencia y amor por el deporte.