CDMX

Manifestantes sin cubrebocas y los datos falsos sobre COVID19

El pasado domingo frente al Ángel de Independencia se dieron cita hombres, mujeres, jóvenes, niños y adultos mayores con la finalidad de revelar la verdad acerca de la plandemia orquestada por el Nuevo Orden Mundial
Es fácil identificar quiénes son parte del movimiento convocado a través de redes sociales por la Coalición Mundial Salud y Vida COMUSAV, la Asociación Médicos por la Verdad y Humanos por la Verdad. Todas ellas presentes en diversos países de Europa y Latinoamérica. Ninguno trae cubrebocas. Todos dicen no tener miedo de la pandemia que la Organización Mundial de la Salud declaró hace poco más de 6 meses.
“¡México despierta!” Es el primer grito que se escucha retumbar. “¡No al uso de cubrebocas!”, “¡Sí hay cura, no es la vacuna!”, ¡Un pueblo informado jamás será manipulado!”, “!La verdad nos hará libres!”, le siguen.
Lo que dice es cierto, antes de que ellos salieran a la calle a difundir sus mensajes, en Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp y hasta en TikToK ya se compartían miles de publicaciones con información equivocada sobre COVID-19. Lo que inspiró la alianza coordinada por la Red Internacional de Verificación de Hechos International Fact Checking Network, IFCN para desacreditar la información falsa relacionada con el coronavirus en redes sociales.
El dióxido de cloro no es un medicamento aprobado por ninguna autoridad sanitaria a nivel mundial
Para ninguno de los presentes es una sorpresa que el Dióxido de Cloro, también conocido como MMS suplemento mineral milagroso o CDs no es considerado por la autoridades sanitarias como un tratamiento efectivo contra la COVID-19 o cualquier otra de las diversas enfermedades que dicen, puede “curar”.
De hecho, ellos mismos saben y señalan que autoridades, médicos, medios de comunicación y “otros detractores no se han cansado de decir que los CDs son tóxicos”. Sin embargo, ellos sostienen que hay “muchos testimonios y casos” de pacientes que lograron superar la enfermedad al consumir Dióxido de Cloro y por ello exigen que se les deje de “satanizar”.
De acuerdo con la Cofepris “el dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel y en el proceso de tratamiento de agua. Al entrar en contacto con el agua reacciona para formar iones clorito. Ambas sustancias químicas son altamente reactivas y al ser ingeridas pueden provocar irritación de la boca, el esófago y el estómago, se pueden presentar náuseas, vómito y diarrea, además de trastornos cardiovasculares y renales”.
La Organización Panamericana de la Salud OPS dice que “no recomienda utilizar productos a base de dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral en pacientes con sospecha o diagnóstico de COVID-19, ni en ningún otro caso, porque no hay evidencia sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos”.

Cortesía: Animal político.

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