En Culiacán, Sinaloa, han aparecido narcomantas en al menos tres municipios —Angostura, Salvador Alvarado y Mocorito— firmadas por un lugarteniente conocido como "el Perris", perteneciente a los Chapitos, una facción del cártel de Sinaloa. Estos mensajes abordan temas de robo de vehículos y extorsiones, dejando claro que no se hacen responsables por estos delitos.
La presencia de estas mantas se enmarca en un contexto de violencia y disputa entre los Chapitos y el grupo de los Mayitos, en un periodo marcado por enfrentamientos que han cobrado más de 200 vidas y han ocasionado más de 230 desapariciones forzadas en tan solo un mes. La tensión en la región ha llevado a un aumento en la inseguridad, con un notable incremento en el robo de vehículos, que se reporta en aproximadamente siete incidentes diarios en Culiacán.
Además, las mantas incluyen acusaciones hacia autoridades locales, como el gobernador Rubén Rocha y el senador Enrique Inzunza, sugiriendo que están apoyando a los Chapitos en este conflicto que ha desatado una ola de violencia y preocupación en la población.