En México y en otras partes del mundo el picante es un elemento indispensable para las comidas. Los tacos, las papas fritas, los elotes y en general todos los antojitos mexicanos no saben igual sin una buena salsa aunque su picor nos haga sufrir, pero ¿Por qué nos gusta enchilarnos?
Hay que empezar por conocer cuál es la razón por la cual los chiles pican, esta es la respuesta química de las semillas. Estas poseen una molécula que es irritante para los mamíferos que produce ardor y dolor en la boca y estómago.
Los chiles son una planta del género Capsicum y estas contienen la capsaicina, la molécula irritante. Pero no solo se usa para el efecto picante en la cocina, también es un analgésico, anticancerígeno y antioxidante.
Cuando la capsaicina se une con el conjunto de macromoléculas RTP

Receptores de Potencial Transitorio

pasa al sistema nervioso central y el periférico. Este estímulo es parecido al del calor que se transmite al cerebro como ardor.
Ahora, ¿Por qué nos gusta esa sensación?, la respuesta es que el cerebro además de sentir el ardor hay una sensación de placer. Nuestro organismo comienza a liberar endorfinas para reducir la sensación de dolor.
En realidad la adicción o el gusto por el picante se debe a que entre más dolor más placer, aunque suene irónico.
Es importante destacar que no todos los animales sienten el picor de la misma manera que los humanos. De hecho las aves no sienten el ardor ya que no tiene los receptores que mandan la señal de ardor, estos receptores son los TRPVI.

Jireh Acosta, La Inmersión Digital .