El ataque ocurrido durante el novenario de Fernanda, una niña de 13 años asesinada en León, Guanajuato, ha generado una gran indignación y alarma en la comunidad. La reunión, que se había convocado para honrar su memoria tras su trágica muerte mientras vendía dulces, se convirtió en un escenario de violencia cuando un hombre armado irrumpió en el evento.
El infortunado suceso se produjo el 24 de septiembre, cuando familiares, amigos y vecinos se habían reunido bajo una carpa en la calle Eugenio Arenaza. La llegada del atacante en motocicleta, quien abrió fuego indiscriminadamente, resultó en la muerte de al menos una persona y heridas en otras cinco.
Este tipo de violencia en comunidades donde familias están de luto por la pérdida de un ser querido resalta la situación de inseguridad que se vive en ciertas regiones de México, especialmente en Guanajuato, un estado que ha enfrentado graves problemas de violencia vinculados al crimen organizado. El asesinato de Fernanda y el ataque en su homenaje subrayan la gravedad de la situación y el impacto que tiene en la sociedad. Las autoridades están bajo presión para abordar esta ola de violencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos.