El análisis de "La luz que imaginamos" (All We Imagine As Light) de Payal Kapadia destaca la lucha y resistencia de tres mujeres en un contexto social y cultural que les impone múltiples desafíos. La película retrata la vida en Mumbai, un entorno saturado de ruido y presión, donde las tradiciones y expectativas sociales son opresivas, especialmente para las mujeres.
Prabha, Anu y Parvaty son personajes que representan diferentes etapas y desafíos en la búsqueda de dignidad en una sociedad que aún está marcada por el patriarcado, el sistema de castas y las restricciones culturales. Prabha se encuentra atrapada en un matrimonio arreglado y experimenta el abandono, lo que la obliga a enfrentar la dura realidad de la vida en soledad. Anu, por su parte, es joven y desafiante, enamorada de un musulmán en un entorno que condena su relación. Parvaty, en la etapa de viudez, enfrenta la precariedad tras la muerte de su esposo y los problemas legales relacionados con su vivienda.
El filme se presenta como un melodrama que va más allá de las intrigas sentimentales. La obra de Kapadia es una respuesta a la opresión y un llamado para cuestionar el estado de cosas en la India contemporánea, marcada por las políticas de Narendra Modi. A través de la historia de estas mujeres, se exploran preguntas profundas sobre el amor, la responsabilidad, y el papel de la mujer en la sociedad.
El símbolo de la arrocera envía un mensaje poderoso sobre el rol tradicional de las mujeres en el hogar y cómo este objeto puede ser interpretado de múltiples maneras, sugiriendo tanto un acto de compasión como la reafirmación de roles asignados. Al abordar estos temas, la película se convierte en una crítica social que incita a la reflexión sobre el poder, el género y la búsqueda de autonomía en una sociedad que muchas veces parece estar en contra de ellas.
Payal Kapadia, con su enfoque valiente y provocador, posicionado como una cineasta rebelde, utiliza su arte para dar voz a las luchas de las mujeres y criticar las estructuras que perpetúan la opresión. A través de estas narrativas interconectadas, "La luz que imaginamos" se establece como un trabajo relevante que desafía no solo a las normas culturales de su país, sino también a las convenciones narrativas del cine contemporáneo.