El análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) destaca el considerable impacto económico que tendría la inclusión de más mujeres en la fuerza laboral de México, en comparación con la participación de mujeres en otros países de la OCDE. Actualmente, la tasa de participación económica de las mujeres en México es del 46%, inferior al 67% del promedio de la OCDE. Esta discrepancia sugiere que, si se logran implementar medidas efectivas para mejorar la inclusión femenina en el mercado laboral, el Producto Interno Bruto (PIB) del país podría aumentar en 6.9 billones de pesos, lo que representa un potencial crecimiento significativo.
El informe enfatiza que la inclusión de 18.6 millones de mujeres al mercado laboral podría resultar en un incremento del PIB de aproximadamente un 8.4% para 2035. Sin embargo, la evolución de la participación femenina en la economía mexicana ha sido lenta, de modo que, en ausencia de acciones concretas, podría llevar hasta 56 años alcanzar los niveles actuales de participación de la OCDE.
Desde una perspectiva regional, la situación varía entre los estados del país. Por ejemplo, entidades como Colima y la Ciudad de México, con una participación femenina cercana al 60%, tendrían que aumentar la participación en un 40%. En contraste, Chiapas y Tabasco, donde la participación está por debajo del 40%, necesitarían más del doble de mujeres en el ámbito económico para alcanzar el promedio de la OCDE.
Los estados con menor participación femenina, como Chiapas, se beneficiarían considerablemente de la inclusión, con un potencial crecimiento del PIB de hasta un 32%, comparado con un incremento más moderado del 2% al 4% en la Ciudad de México. Este análisis subraya la importancia de adoptar políticas y enfoques que fomenten la participación económica de las mujeres como una vía para impulsar el crecimiento económico en México.