En la reciente reunión entre el embajador de México, Juan Ramón de la Fuente, y el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, se establecieron nuevos lineamientos en la comunicación entre los funcionarios mexicanos y la embajada estadounidense. Uno de los cambios más significativos es que a partir de ahora, el embajador no podrá comunicarse directamente con los secretarios de Estado en México, sino que todas las comunicaciones deberán hacerse a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La presidenta Claudia Sheinbaum explicó que esto busca organizar mejor las interacciones y que si hay interés de empresarios estadounidenses en invertir en México, deberán canalizar sus inquietudes a través de la cancillería. Este cambio marca un distanciamiento en la relación con las embajadas, especialmente con la de Estados Unidos, en comparación con la administración anterior, que mantenía una relación más cercana hasta que surgieron desacuerdos sobre la reforma judicial.
A pesar de este ajuste, Sheinbaum subrayó que México mantiene buenas relaciones con todos los países y reafirmó los principios de paz, no intervención y autodeterminación de los pueblos como fundamentos de la política exterior del país. También se mencionó que el embajador de México se reunirá con la embajada de Canadá, lo que indica un enfoque más estructurado en las relaciones diplomáticas en esta nueva administración.