La reapertura del Estadio Azul en la Ciudad de México se llevó a cabo con un fuerte despliegue de seguridad tras su cierre por irregularidades. La Secretaría de Seguridad Ciudadana implementó el operativo "Estadio Seguro" en la colonía Nápoles para garantizar la seguridad durante el partido entre los equipos Cruz Azul y Tigres. Este operativo incluyó la participación de 802 policías y diversos vehículos de apoyo, así como medidas de vigilancia en las entradas, salidas y dentro del estadio. También se realizaron cortes de circulación para facilitar el tránsito de peatones y automovilistas.
El cierre previo de este espacio, junto con la Plaza de Toros México, fue resultado de la infracción de normas de seguridad y protección civil. Después de reuniones entre los propietarios y autoridades, se llegaron a acuerdos que permitieron la reapertura, incluyendo una regulación en la realización de eventos en ambas instalaciones.