La situación de seguridad en Guanajuato, especialmente en Acámbaro, se ha vuelto crítica tras una serie de violentos incidentes, incluyendo explosiones de coches bomba. Esto sucede en un contexto donde la nueva gobernadora, Libia Dennise García Muñoz Ledo, está enfrentando una crisis de violencia poco después de asumir el cargo. La violencia ha escalado, evidenciada por ataques atribuidos al narcotráfico, en particular al Cártel Jalisco Nueva Generación.
El descontento y la preocupación de la población son palpables, como lo refleja el testimonio de una mujer que se siente insegura tras el ataque cerca de su hogar. Las autoridades han vinculado las explosiones a la reciente detención de tres sospechosos de estar conectados con el cártel mencionado, lo que ha llevado a amenazas directas en contra de funcionarios locales, incluyendo a la alcaldesa de Acámbaro.
A pesar de los esfuerzos del nuevo gobierno estatal y la supuesta colaboración con el gobierno federal para implementar una estrategia de seguridad más efectiva, la violencia continúa, con cifras alarmantes de homicidios en la región que superan incluso a las de otras áreas conocidas por su actividad violenta, como Culiacán. Esto sugiere que la estrategia actual aún no ha tenido un impacto positivo significativo en la reducción de la violencia en Guanajuato.