El informe publicado por Oxfam revela una situación alarmante de desigualdad global y la concentración de riquezas en manos de unos pocos. En 2024, la fortuna de los multimillonarios creció a un ritmo tres veces más rápido que en el año anterior, destacando que los 10 hombres más ricos del mundo vieron aumentar su patrimonio en 100 millones de dólares diariamente. A pesar de este crecimiento, un número significativo de personas, aproximadamente 3,5 mil millones, sigue viviendo con menos de 6.85 dólares al día.
El informe también hace hincapié en que el 1% más rico del mundo posee el 43% de los activos financieros y que, en el contexto de la economía global, los salarios en el Sur son significativamente más bajos que en el Norte, a pesar de que la mano de obra del Sur representa el 90% del trabajo mundial. Oxfam pone en duda la justicia del sistema económico actual, argumentando que gran parte de la riqueza de los multimillonarios proviene de la herencia, a menudo no gravada y ligada a monopolios y clientelismo, así como del legado del saqueo colonial.
La propuesta de Oxfam es "descolonizar" las economías para afrontar la desigualdad, contrastando con el auge de discursos de extrema derecha que promueven el expansionismo y la desregulación. En un contexto donde los nuevos multimillonarios continúan surgiendo, la organización llama a una revisión crítica de las estructuras que perpetúan la desigualdad y la concentración de riqueza, sugiriendo que la redistribución y una mayor justicia fiscal son esenciales para abordar esta crisis.