Ford Motor Co. ha acordado pagar una multa de hasta 165 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos debido a un retraso en un llamado a reparación vehicular y la falta de información precisa proporcionada a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). Esta penalización representa la segunda más alta en 54 años de historia de la agencia, solo superada por la multa impuesta a Takata por sus infladores de bolsas de aire defectuosos.
La NHTSA señala que Ford fue demasiado lento en retirar vehículos con cámaras traseras defectuosas y no cumplió con sus obligaciones bajo la Ley Federal de Seguridad de Vehículos Motorizados al no proporcionar información completa. El acuerdo incluye un pago de 65 millones de dólares, 45 millones de dólares en gastos de cumplimiento legal, y 55 millones de dólares que serán diferidos. Además, la NHTSA enfatiza la importancia de realizar llamados a reparación de manera oportuna y precisa para garantizar la seguridad en las carreteras.
Como parte de la orden, un tercero independiente supervisará el desempeño de Ford en relación con las retiradas de vehículos durante al menos tres años. Asimismo, la compañía deberá revisar todas las retiradas de mercado de los últimos tres años para asegurarse de que se han abordado adecuadamente y presentar nuevos llamados a reparación si es necesario.