El trágico asesinato de Hiromi Díaz Cruz, una estudiante de Biología Marina de la Universidad del Mar en Oaxaca, ha generado una fuerte indignación en la comunidad académica y ha resaltado la preocupante problemática del feminicidio en el país. La joven fue atacada el 6 de octubre en su hogar en Puerto Ángel, lo que provocó que sufriera lesiones mortales.
A menos de dos días del crimen, la Fiscalía General de Oaxaca logró la detención de Moisés F. R., el presunto feminicida, gracias a una serie de investigaciones y labores de inteligencia. El detenido fue localizado en los Valles Centrales, lejos de la costa donde se cometió el delito.
La comunidad estudiantil ha respondido con movilizaciones, exigiendo justicia por Hiromi. Durante estas marchas, se han podido observar pancartas que clamaban por justicia y homenajeaban su memoria, evidenciando el dolor y la ira que genera la violencia de género.
La rápida respuesta de la Fiscalía y la detención del presunto culpable son pasos importantes, pero también subrayan la urgente necesidad de abordar la violencia de género de manera más eficaz y preventivamente en la sociedad mexicana. La situación de Hiromi es un recordatorio de la lucha que aún queda por delante para garantizar la seguridad y los derechos de las mujeres.