El fin de semana reciente en Guerrero estuvo marcado por una serie de asesinatos violentos, sumando al menos 16 muertes y el hallazgo de un cuerpo en estado de descomposición. Entre las víctimas se identificaron a personas de diversos ámbitos: desde una joven egresada de la Universidad Autónoma de Guerrero, un maestro de danza, hasta turistas del Estado de México, un policía municipal, el hijo de un funcionario estatal, así como un campesino, un pescador y un taxista.
Uno de los incidentes más notorios ocurrió en San Luis Acatlán, donde el cuerpo de Israel Torres Cortés, un taxista de 23 años desaparecido desde agosto, fue encontrado en estado de descomposición. Se había solicitado un rescate de 10 mil pesos por su liberación. En Cuajinicuilapa se descubrieron los cuerpos de cuatro hombres asesinados a tiros, entre ellos un agricultor y un chofer de transporte público.
Las autoridades locales, incluyendo a la gobernadora Evelyn Salgado y al fiscal José Zipacná Torres, no han hecho declaraciones sobre la ola de violencia que afecta al estado. Otro asesinato notable fue el de Evelyn Noyola, quien fue acribillada en Chilpancingo. Este ambiente de violencia resalta un problema persistente en la región que sigue afectando a la comunidad.