La situación en Baja California ha causado preocupación debido a las recientes amenazas del crimen organizado dirigidas tanto a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda como a altos mandos de las fuerzas de seguridad. En menos de dos semanas, se han reportado tres narcomantas, señalando la creciente tensión en la región.
La última manta, colocada en Mexicali, menciona que el general Leopoldo Tizoc Aguilar Durán estaría involucrado en actividades corruptas, recibiendo sobornos del grupo delictivo conocido como "Los Rusos". Este mensaje incluye una advertencia directa a la gobernadora, instándola a controlar a sus fuerzas de seguridad, o de lo contrario, enfrentar las consecuencias.
Las otras dos mantas, una de ellas aparecida en cerca de una escuela secundaria en Mexicali y otra en Tecate dirigida a la fiscal general, reiteran demandas similares hacia la gobernadora y sus colaboradores, así como amenazas de violencia si no se toman acciones correctivas. Este fenómeno de intimidación a autoridades locales es un reflejo de la aún presente influencia del crimen organizado en la región y plantea serios desafíos para la seguridad pública y la gobernabilidad en Baja California. La situación reclama atención urgente por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la integridad de las instituciones.