La situación en Baja California refleja un ambiente de tensión y conflicto en torno a la reciente reforma al Poder Judicial de la Federación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La aprobación de esta reforma se realizó de manera acelerada por parte del Congreso local, en medio de protestas significativas por parte de los opositores, en su mayoría trabajadores del Poder Judicial.
El Congreso, que inicialmente planeaba realizar la sesión de forma presencial a las 14:00 horas, se vio forzado a cambiar a una modalidad virtual a causa de las manifestaciones, que incluyeron actos de vandalismo como la ruptura de una puerta de cristal. Los manifestantes expresaron su descontento con gritos de "¡traidores, traidores!" al dirigirse a los legisladores, lo cual sugiere un fuerte rechazo hacia la aprobación de la reforma.
Los altercados físicos entre los trabajadores y la policía marcaron la jornada, destacándose escenas de confrontaciones donde se reportaron agresiones, arrestos y un clima general de violencia. Los incidentes resaltan la polarización y el descontento en torno a las reformas judiciales propuestas, así como la forma en que estas se están implementando sin un consenso más amplio.
Este evento es un claro ejemplo de cómo las decisiones gubernamentales pueden provocar reacciones vehementes en la sociedad, especialmente en temas sensibles como la reforma del sistema judicial. La situación se mantiene tensa, y las repercusiones de estas acciones podrían influir significativamente en la percepción pública del gobierno y su capacidad para manejar la oposición.