La reciente designación de notarios públicos en Jalisco por parte del gobernador Enrique Alfaro ha generado controversia debido a la relación de varios de los nombrados con figuras políticas de la región. A tan solo dos semanas de dejar su cargo, Alfaro otorgó patentes a 15 nuevos notarios, entre los cuales se destacan varios casos de vínculos familiares con políticos influyentes.
Uno de los casos más notorios es el de Emilio González Guzmán, hijo del exgobernador Emilio González Márquez, quien asumirá la notaría 16 de Guadalajara. Otro nombre relevante es Santiago Guzmán de Anda, hijo del ex diputado y ex secretario de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, quien estará a cargo de la notaría 6 en Zapopan. Además, Gerardo Monraz Villaseñor, hermano del actual secretario de Transporte, fue nombrado titular de la notaría 18.
La familia Bailón Fonseca también ha sido objeto de atención, ya que Daniel Bailón Fonseca, nombrado titular de la notaría 35, es parte de una dinastía de notarios que se remonta a su abuelo, quien recibió su patente en 1957. Esta situación ha llevado a críticas sobre la perpetuación de una élite en el manejo de las notarías en Jalisco.
Aunque el gobierno estatal asegura que los nuevos notarios aprobaron con "la mejor calificación" los exámenes requeridos, la coincidencia de sus nombres con figuras del ámbito político ha suscitado preocupaciones sobre la transparencia y la meritocracia en estos nombramientos.