Bertha María Alcalde Luján asume la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México con múltiples desafíos por delante. Entre sus principales retos destacan la necesidad de reducir el rezago en miles de carpetas de investigación, acortar los plazos para presentar denuncias y fortalecer la cercanía con las víctimas y la ciudadanía. Además, se enfrenta a la tarea crucial de capacitar a sus empleados, luchar contra la corrupción interna y enfrentar el alarmante 99% de impunidad que persiste en el sistema de justicia local.
Uno de sus mayores desafíos será mantener la autonomía de la Fiscalía frente a la influencia de los gobiernos de Morena y la Cuarta Transformación (4T), tanto a nivel local como federal. Este aspecto fue un obstáculo durante su aspiración al cargo, ya que su predecesora, Ernestina Godoy, no fue ratificada debido a las críticas de opositores que la etiquetaron como "la fiscal carnal" de la anterior jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
En su presentación ante los diputados de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, Alcalde enfatizó su compromiso de garantizar la autonomía de la Fiscalía, señalando que esto implica actuar sin presiones de ningún tipo, ni de poderes fácticos ni de creadores de opinión pública. Sin embargo, hay inquietudes sobre su capacidad para cumplir con esta promesa, dado su historial de vínculos con el gobierno anterior y su cercanía al presidente Andrés Manuel López Obrador. Alcalde ha ocupado varios cargos en administraciones previas, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su independencia.
Estas perspectivas configuran un entorno complejo para su administración, en el que la expectativa es que pueda cultivar una Fiscalía más autónoma y eficaz en la lucha contra la impunidad y la corrupción.