El presidente Andrés Manuel López Obrador ha intensificado sus críticas hacia el exmandatario Ernesto Zedillo, señalándolo como uno de los presidentes más débiles y cuestionando su legado, especialmente en relación con la crisis económica y el rescate bancario a finales de los años 90. López Obrador recordó que Zedillo asumió la presidencia tras la muerte de Luis Donaldo Colosio y criticó el proceso electoral de ese entonces, indicando que fue manipulada por el presidente Carlos Salinas de Gortari, quien impuso a Zedillo a través de lo que él considera una "elección de Estado".
López Obrador también se refirió a la deuda pública que incrementó durante el mandato de Zedillo y a las decisiones financieras que tomó, como el rescate de bancos y empresas, que más tarde se conoció como Fobaproa. Según el presidente, Zedillo convirtió las deudas privadas de unos pocos en deuda pública, un costo que inicialmente se estimó en 180 mil millones de pesos, pero que en la actualidad se ha elevado a 3 billones de pesos. Esto, afirmando que el costo resultante es significativamente mayor al pronosticado, subrayando su idea de que Zedillo es más recordado por sus errores que por aciertos y cuestionando su calificación como “eminencia” en el manejo económico del país.
Así, la crítica de López Obrador se centra en el manejo de la economía durante el gobierno de Zedillo y la percepción de que se priorizó el rescate de los intereses de unos pocos en detrimento del bienestar general.