El anuncio de la captura de Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael "El Mayo" Zambada, ha sido percibido como un gesto más mediático que un paso sustancial hacia el desmantelamiento del cártel de Sinaloa. La estrategia parece haber sido motivada por la presión de Estados Unidos, justo antes de la visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el presidente Barack Obama a México. A pesar de la detención, la estructura criminal del cártel y la red financiera de su padre permanecen intactas.
Las autoridades mexicanas, en un comunicado, informaron que la captura de El Vicentillo fue realizada para cumplir con una orden de detención provisional con fines de extradición emitida por la Corte de Distrito de Columbia en EE. UU., vinculándolo con delitos de asociación delictuosa y distribución de cocaína. No obstante, en México, Zambada Niebla no enfrentaba ninguna acusación.
La detención también surge en un contexto en el que la revista Forbes publicó que Joaquín "El Chapo" Guzmán tiene una fortuna de mil millones de dólares, lo que generó reacciones negativas en diversos sectores. Algunos expertos interpretan este escenario como una señal para que el gobierno mexicano tome medidas más efectivas contra el cártel de Sinaloa, cuya actividad delictiva ha crecido notablemente bajo el gobierno del PAN.