El análisis sobre la posición política de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en comparación con otros líderes de izquierda en América Latina es interesante y revela muchas matices. A pesar de ser considerado un gobernante "de izquierda" en México, su enfoque y las decisiones tomadas durante su mandato parecen alinearse más con una postura centrista o incluso conservadora en comparación con otros líderes latinoamericanos como Gustavo Petro, Gabriel Boric y Luiz Inácio Lula da Silva.
Uno de los puntos destacados es la distancia que AMLO ha mantenido respecto a causas progresistas fundamentales, que son prioritarias para otros mandatarios de la región. La falta de apoyo visible a movimientos como el feminismo, el ambientalismo y los derechos de las minorías sexuales marca un contraste claro con sus homólogos sudamericanos. Por ejemplo, tanto Petro como Boric han puesto un énfasis significativo en estas áreas, mientras que López Obrador ha optado por centrar su agenda en otros temas.
Otro aspecto que resalta es la militarización de México bajo su administración. A diferencia de Lula, quien busca desmilitarizar la gestión pública en Brasil, AMLO ha empoderado al ejército en diversas funciones, lo que ha alimentado críticas sobre su alineación con enfoques más autoritarios, evitando abordar temas sensibles como el caso Ayotzinapa de manera abierta.
Adicionalmente, el análisis de Ramón Centeno sugiere que AMLO, debido a su herencia política dentro del priismo cardenista, se sitúa en un espectro político más nacionalista y centrado que verdaderamente de izquierda. Esto sugiere que su retórica y políticas pueden no alinearse completamente con los ideales de transformación social que suelen caracterizar a los auténticos movimientos de izquierda en la región.
En resumen, aunque López Obrador es percibido como un presidente de izquierda, su gestión parece exhibir una serie de características y decisiones que podrían calificarlo más correctamente dentro de una corriente política más centrista o conservadora, especialmente comparado con otros líderes latinoamericanos considerados progresistas.