El escenario en Chilpancingo refleja una creciente preocupación y movilización en torno a la situación de la educación superior en Guerrero, a raíz de las acusaciones dirigidas al rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña Almazán. La manifestación, organizada por el recién formado Frente por la educación, la democracia y la Institucionalidad Guerrerense (FREG), pone de manifiesto la exigencia de una auditoría federal para esclarecer posibles irregularidades en la gestión del rector, así como el desvío de fondos hacia la creación de su universidad privada, el Instituto de Desarrollo Salvador Allende Gossens (IDESAG).
Los manifestantes, que incluyen a organizaciones estudiantiles y sociales, demandan una mayor transparencia y responsabilidad en la gestión educativa en el estado, criticando la privatización de la educación y el cobro de cuotas que, según ellos, excluye a muchos estudiantes. También realizaron un llamado directo a la presidenta electa Claudia Sheinbaum para que no colabore con lo que consideran prácticas corruptas dentro de la universidad.
Las consignas en las pancartas son contundentes, apuntando no solo contra Saldaña Almazán, sino también contra Félix Salgado Macedonio, el senador cuyo cargo y vínculos familiares con la gobernadora actual lo colocan en el centro de las críticas. Los manifestantes consideran que ha habido un incumplimiento en las promesas de mejorar la educación y el acceso a ella, lo que ha llevado a que miles de jóvenes queden sin oportunidades de estudio cada año.
Este tipo de manifestaciones, como la realizada en la alameda central de Chilpancingo, son una muestra del activismo estudiantil y social en Guerrero, que busca cambiar la actual situación de desigualdad en el acceso a la educación y exigir rendición de cuentas a las autoridades.