La implementación del sistema de identificación de aficionados conocido como Fan ID en la Liga MX, que empezó hace casi dos años, ha tenido un impacto limitado en la reducción de la violencia en los estadios. Aunque originalmente se creó como respuesta a los graves incidentes del 5 de marzo de 2022 en el estadio La Corregidora, donde se produjeron enfrentamientos violentos entre las porras de los clubes Querétaro y Atlas, el Fan ID no ha conseguido los resultados deseados debido a la falta de infraestructura adecuada en los recintos deportivos.
El sistema se basa en la recopilación de datos biométricos con el fin de identificar a los aficionados y mejorar la seguridad en los estadios. Según la Federación Mexicana de Futbol (FMF), su objetivo era eliminar el anonimato de los aficionados, lo que debería reducir la violencia. A pesar de que desde abril de 2023 más de 3.3 millones de personas han solicitado su Fan ID, las peleas entre aficionados, agresiones al personal de seguridad y otros incidentes violentos han continuado ocurriendo. Por ejemplo, se han registrado peleas en las tribunas, disparos en los estacionamientos y hasta un caso de un aficionado apuñalado en el estadio Akron.
El Fan ID ha permitido bloquear a 92 aficionados por comportamientos indebidos desde su implementación, pero la violencia sigue siendo un problema recurrente. A pesar de que el sistema busca mejorar la seguridad y actuar rápidamente ante incidentes, la efectividad del Fan ID ha sido cuestionada y se considera que la infraestructura y los mecanismos de seguridad aún necesitan mejorar para cumplir con las expectativas de seguridad en los eventos deportivos en México.