La Organización Mundial de la Salud define edadismo como “La discriminación por motivos de edad abarca los estereotipos y la discriminación contra personas o grupos de personas debido a su edad”. La manifestación de este tipo de discriminación afecta principalmente a los adultos mayores.
Para convertir al edadismo hay que eliminar los estereotipos que tenemos de los ancianos, como que ya no se pueden mover, que son una carga, que no pueden trabajar o estudiar, entre otros.
Tanto ancianos como adultos y niños tiene los mismos derechos es por eso que la exclusión de actividades academicas o laborales de los adultos mayores se considera un tipo de discriminación que afecta la calidad de vida de quienes la sufren.
Según un estudio realizado por la OMS, los adultos de 60 años en adelante que eran víctimas del edadismo eran menos productivos, no tenían autonomía y la presión cardiovascular aumentaba.
Los adultos mayores que tienen la oportunidad de trabajar o realizar alguna actividad como pintura, danza o algo donde puedan explorar sus capacidades son menos propensos a caer en depresión y su salud mental mejora.
Para combatir al edadismo es importante comprender que con el paso de los años el cuerpo y la mente se deteriora, este es un proceso normal del ser humano y todos los que llegan a esa edad pasan por una serie de cambios.
La integración de adultos mayores dentro del núcleo familiar es una forma de no discriminar por la edad que se tenga, se deben de evitar comentarios como “Ya no puede, es viejo, se cansa rápido”.
Aunque los adultos mayores tengan capacidades diferentes a las que tenían años atrás es fundamental que el cuidado del adulto mayor sea un tema que se trate en todos lados, hay que ampliar los espacios donde los ancianos se sientan más cómodos y estén adaptados a las necesidades que ellos tienen.

Jireh Acosta , La Inmersion Digital