Efraín Juárez, el director técnico mexicano, ha logrado un notable éxito con el Atlético Nacional de Medellín al conquistar simultáneamente la Liga y la Copa del fútbol colombiano en su primera temporada al mando. Juárez, quien ha estado en el cargo durante cuatro meses y previamente se desempeñó como asistente, atribuye su éxito a su mantra personal de perseverancia y determinación frente al fracaso.
En una reciente entrevista, destacó que lo único que importa es levantarse tras las caídas y continuar intentando, incluso si eso significa enfrentar múltiples fracasos. Esta mentalidad ha sido fundamental para él desde sus sueños de infancia de convertirse en futbolista.
Con 36 años, Juárez se ha convertido en un referente en la industria del fútbol, especialmente en el contexto de México, donde no es común que los directores técnicos sean exportados y, mucho menos, que triunfen en ligas extranjeras. Su enfoque audaz hacia la vida y su pasión por el deporte son evidentes en sus palabras: disfruta de trabajar en el límite y cree firmemente que el fracaso es un motor para el éxito futuro.
Con la reciente victoria sobre el Deportes Tolima y el título de campeón, la carrera de Juárez está en ascenso, y se le reconoce como una figura prominente en la nueva ola de entrenadores mexicanos en el ámbito internacional. Su éxito también resalta el potencial de los técnicos mexicanos en el competitivo mundo del fútbol global.