La remontada histórica de los Dodgers de Los Ángeles en el Juego 5 de la Serie Mundial es un testimonio de su resiliencia y capacidad para superar adversidades. A pesar de un inicio difícil, donde los Yankees tomaron una ventaja de cinco carreras gracias a un ataque ofensivo liderado por Aaron Judge, Jazz Chisholm Jr. y Giancarlo Stanton, Los Dodgers supieron reagruparse y aprovechar los errores defensivos de Nueva York.
Con el juego aún en juego y las esperanzas en la cuerda floja, Gavin Lux y Mookie Betts realizaron elevados de sacrificio en el octavo inning que no solo acercaron a su equipo en la pizarra, sino que finalmente les dieron la ventaja necesaria para cerrar el juego con un marcador de 7-6. Este increíble giro de eventos marcó no solo su segundo campeonato en cinco temporadas, sino también una hazaña sin precedentes en la historia de las Series Mundiales, mostrando que nunca es tarde para dar la vuelta al marcador.
Los Dodgers canjearon desventajas y demostraron su fortaleza mental, que será recordada por mucho tiempo en la historia del béisbol. Con este triunfo, sellaron su octavo campeonato desde que la franquicia se fundó, primero en Brooklyn y luego en Los Ángeles, celebrando así una temporada que para muchos será considerada legendaria.