La situación en la Sección Instructora de la Cámara de Diputados en México ha generado tensiones políticas, especialmente en lo que respecta al caso del diputado morenista Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos. Los legisladores del partido oficialista, Morena, han decidido retrasar la discusión sobre su desafuero, lo que ha sido interpretado como una estrategia para evitar que el proceso avance rápidamente.
En la reciente sesión, se acordó mantener la sesión permanente a la espera de un dictamen que determine si se acepta o se desecha la discusión sobre la pérdida de la inmunidad de Blanco. El presidente de la Sección Instructora, Hugo Eric Flores Cervantes, afirmó que el proceso se está llevando a cabo con cuidado procedimental y que se espera tener un dictamen listo para su votación esta misma semana.
Por otro lado, el diputado panista Germán Martínez ha criticado abiertamente esta dilación, sugiriendo que el partido oficialista está tratando de prolongar el proceso y evitar que la víctima de las acusaciones obtenga justicia. Martínez argumenta que la falta de un dictamen que aborde la admisión o desechamiento del caso refleja una falta de voluntad para enfrentar el asunto y ponerlo a votación en el pleno.
Este contexto plantea un escenario complicado en términos de justicia y política en México, donde el proceso de desafuero se convierte en un tema de debate sobre la rendición de cuentas y el acceso a la justicia.