La reciente aprobación de la reforma propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum tiene como objetivo reforzar la soberanía nacional de México ante intervenciones extranjeras, especialmente en el contexto de la designación de miembros del crimen organizado como terroristas por parte de Estados Unidos. La reforma modifica el artículo 19 y agrega párrafos al artículo 40 de la Constitución, estableciendo que el pueblo de México no aceptará ninguna forma de intervención extranjera que afecte su integridad, independencia y soberanía.
Con un resultado de 417 votos a favor y 36 en contra, los legisladores también establecieron que no se permitirá ninguna intervención o colaboración en investigaciones y persecuciones en materia de terrorismo y tráfico de armas sin la autorización del Estado mexicano. Asimismo, se contempla la prisión preventiva de manera oficiosa para delitos relacionados con el terrorismo y el tráfico de armas.
Sin embargo, los diputados del PRI expresaron su oposición a la reforma, argumentando que las prohibiciones de intervención ya existen en la Constitución y consideraron que sería más efectivo enfocar los esfuerzos en la creciente inseguridad dentro del país, en lugar de promulgar este tipo de reformas que consideran innecesarias. Para que la reforma tenga validez constitucional, necesitará ser aprobada por al menos 17 congresos locales.