Miguel de Lara ha tenido un comienzo complicado en sus primeros Juegos Olímpicos en Nanterre, Francia. El nadador mexicano, de 29 años, se enfrentó a la desilusión el martes cuando fue descalificado en los 100 metros estilo pecho, un evento en el que había estado ansioso por competir. A pesar de tocar la pared milésimas de segundo después del ganador, el islandés Anton McKee, de Lara se enteró de su descalificación al salir de la piscina, lo que le dejó confundido y frustrado, ya que no recordaba haber tenido problemas de este tipo desde que era un niño.
De Lara es uno de los pocos mexicanos en competir en esta disciplina a nivel olímpico, siendo el noveno en la historia y el primero desde Alfredo Rodríguez en Sydney 2000. En medio de las adversidades, como la falta de aire acondicionado en la villa olímpica y numerosos piquetes de mosquitos, el nadador se siente abrumado. Sin embargo, mantiene la esperanza de redimirse en su próxima competencia, los 200 metros estilo pecho, donde confía en poder superar estos obstáculos y mejorar su experiencia olímpica.