La situación en San Gregorio Atlapulco, alcaldía Xochimilco, ha generado tensiones significativas entre los habitantes y las autoridades locales. Durante una protesta que se llevó a cabo para respaldar a Hortensia Telésforo, una activista acusada de despojo, al menos diez residentes resultaron lesionados y cinco personas fueron detenidas. Los manifestantes, parte de la Asamblea General Permanente del Pueblo, denunciaron que fueron agredidos por "golpeadores de la alcaldía", provocando un ambiente de conflicto en el que se exigía el cese de la criminalización de Telésforo.
Los manifestantes argumentan que Telésforo, junto con la comunidad, ha estado recuperando un espacio que anteriormente era utilizado por la alcaldía para fines personales y que ahora han devuelto al uso comunitario. Este acto de recuperación ha sido motivo de controversia, derivando en acusaciones legales que los habitantes consideran injustas y parte de un intento de silenciar las voces que luchan por el bienestar de su comunidad.
La respuesta de las autoridades ante esta situación puede tener implicaciones significativas para la relación entre la comunidad y el gobierno local, así como para la dinámica social en la región. La situación resalta las tensiones que pueden surgir entre las actividades comunitarias y las acciones de los gobiernos locales, especialmente en contextos donde hay un fuerte compromiso por parte de los ciudadanos en la defensa de sus derechos y espacios.