La situación de Víctor Bejarano refleja la lucha de muchos migrantes que, después de años de enviar remesas y contribuir a la economía de su país, se enfrentan a dificultades y desilusión al regresar a México. A pesar de haber sido reconocido durante años como un "héroe viviente" por su contribución económica, su experiencia posterior al retorno ha sido marcada por el abandono y la falta de apoyo por parte de las instituciones mexicanas.
Su rol como secretario general del Comité Municipal de Morena en Phoenix, Arizona, destaca su compromiso con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, a quien apoyaba fervientemente. Sin embargo, tras su regreso a México, su percepción ha cambiado drásticamente. Bejarano se siente engañado por las promesas de atención y asistencia que le fueron ofrecidas y que hasta ahora no se han materializado.
La lucha por obtener un hogar y atención médica ha sido frustrante, marcada por la burocracia y la falta de respuesta adecuada por parte de las instituciones. Su experiencia con la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha sido particularmente dura, ya que se ha sentido humillado y menospreciado en sus gestiones.
Este caso es un llamado de atención sobre la necesidad de que las políticas públicas se traduzcan en realidades tangibles para los migrantes que regresan a México, quienes esperan un apoyo real después de haber contribuido significativamente a su país desde el extranjero.