Keith Octavio Rodríguez Padilla ha sido condenado a más de 19 años de prisión por su participación en el tráfico de armas y municiones para el Cártel de Sinaloa. Este caso, según el Departamento de Justicia de EE. UU., está relacionado con una investigación más amplia sobre la Organización Criminal Transnacional Valenzuela (TCO), asociada con el cártel, que es uno de los mayores importadores de cocaína a Estados Unidos.
La TCO obtiene drogas como cocaína, fentanilo, heroína, metanfetamina y marihuana principalmente de América del Sur y México, y las distribuye en diversas localidades en la frontera con EE. UU., utilizando empresas de transporte comercial para su distribución. Las ganancias de estas actividades se envían a sus líderes en México.
Rodríguez Padilla fue identificado como traficante de armas y municiones, así como corredor de la TCO. Su operación incluía el contrabando de armas de alto poder, como rifles de asalto, metralletas y lanzagranadas, adquiridas en estados como California, Arizona y Nevada, que luego eran llevadas a México a través de puntos de entrada como San Diego y el estado de Arizona.
La fiscal federal Tara McGrath destacó la importancia de este caso al afirmar que las armas introducidas de contrabando en México alimentan a los cárteles y fortalecen a los narcotraficantes. Su mensaje es claro: el Departamento de Justicia de EE. UU. continuará atacando todos los aspectos de las operaciones de los cárteles, incluyendo el tráfico de drogas, lavado de dinero y tráfico de armas, para mitigar el impacto devastador de estas actividades en ambas naciones.