El informe del Departamento de Comercio sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos indica una mejora notable, con un crecimiento anual del 2.8% en el segundo trimestre de 2023, superando las expectativas de analistas que anticipaban un aumento más moderado del 1.9%. Esta aceleración en el crecimiento se produce después de un incremento más lento del 1.4% en los primeros tres meses del año.
El aumento en el PIB durante el segundo trimestre se debe, en parte, a que las empresas han aumentado sus inventarios. A pesar de este repunte, la economía enfrenta desafíos significativos, especialmente como resultado de las tasas de interés más altas en décadas, que han sido implementadas por la Reserva Federal para controlar la inflación. Desde mediados de 2022, el crecimiento anualizado del PIB se había mantenido en su punto más alto del 2% durante seis trimestres consecutivos. En contraste, durante los dos últimos trimestres de 2022, la economía experimentó un crecimiento robusto del 4.9% y 3.4%.
El contexto económico también se complica por la elevada inflación, que aunque ha disminuido al 3%, sigue siendo superior a los niveles previos a la pandemia. La Reserva Federal ha aumentado las tasas de interés en respuesta a esta inflación, lo que ha encarecido préstamos hipotecarios, automóviles, tarjetas de crédito y préstamos a empresas. Esto ha contribuido a una desaceleración económica en el transcurso del año, ya que el aumento de tasas busca frenar el consumo y la inversión que habían impulsado la rápida recuperación post-pandemia.
La situación económica se vuelve un tema central en el contexto de la campaña presidencial, ya que los ciudadanos evalúan las repercusiones de estos cambios en su vida diaria y en el futuro económico del país. La persistente presión inflacionaria y la respuesta de la Reserva Federal son aspectos críticos a seguir en el desarrollo económico de Estados Unidos.