Los Cowboys de Dallas han tomado una decisión inesperada al anunciar el ascenso de Brian Schottenheimer a entrenador en jefe del equipo. Esta transición se produce tras la separación de Mike McCarthy, quien había estado al mando en los últimos años pero no logró llevar al equipo más allá de la ronda divisional en los playoffs.
El nuevo entrenador, Schottenheimer, tiene una relación cercana con el quarterback Dak Prescott, lo que podría influir positivamente en la cohesión del equipo y su desempeño en el campo. Prescott había expresado su apoyo a McCarthy, pero la decisión de no renovarle el contrato ha llevado a los Cowboys a un cambio en la dirección.
Este será el noveno entrenador bajo la propiedad de Jerry Jones desde que adquirió el equipo en 1989, y refleja la larga búsqueda del equipo por un éxito que se les ha escapado durante casi tres décadas. Desde que los Cowboys ganaron su último Super Bowl en 1995, han tenido múltiples cambios en la dirección, cada uno con la esperanza de romper esta racha de playoffs sin un gran éxito.
La expectativa recae ahora en Schottenheimer, que deberá enfrentar la presión de llevar a los Cowboys a un nuevo nivel y luchar por un campeonato de la NFL en un contexto donde la competencia es intensa y las expectativas son altas. Con tres apariciones consecutivas en los playoffs pero solo una victoria, el reto no será sencillo.