la importancia de reconocer y recordar a los líderes que han contribuido a la construcción de la nación. Durante su discurso, Claudia Sheinbaum enfatizó que la memoria histórica es crucial para entender el presente y orientar el futuro del país. Además, subrayó la necesidad de continuar con la transformación del país, alineándose con el discurso de la "cuarta transformación" que ha caracterizado su administración y la de su predecesor.
Al hablar sobre la importancia de la justicia y los derechos humanos, la presidenta también hizo un llamado a la reapertura del debate sobre la reforma judicial, sugiriendo que es un paso esencial hacia una sociedad más equitativa. Resaltó cómo la lucha por la justicia ha sido un hilo conductor en la historia de México y promete seguir siendo un tema central en su gobierno.
La ceremonia, que tuvo lugar ante estudiantes de educación básica, se enmarcó en un esfuerzo por inculcar un sentido de identidad y responsabilidad cívica en las nuevas generaciones, haciendo hincapié en que los jóvenes son el futuro del país y tienen un papel fundamental en la construcción de una sociedad más justa y democrática.
Con un fuerte énfasis en el legado histórico de figuras clave como Guadalupe Victoria, Sheinbaum reafirmó su compromiso con los principios de democracia, libertad e igualdad, sentando las bases para lo que ella considera la continuación de una lucha histórica por los derechos y la dignidad del pueblo mexicano. A medida que la ceremonia avanzaba, se sintió un fuerte ambiente de apoyo entre los presentes, quienes vitorearon a la presidenta, reflejando su respaldo hacia su visión y proyectos para el futuro del país.