El caso de Banamex (ahora Citibanamex) y Oceanografía es un claro ejemplo de la complejidad y posibles irregularidades en las relaciones financieras entre empresas y bancos. Según un peritaje presentado ante las autoridades judiciales, Banamex habría retenido más de mil millones de pesos del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que, por ley, debía devolver a Oceanografía tras recibir los pagos de Pemex Exploración y Producción (PEP).
Entre 2012 y 2015, Pemex pagó a Banamex el total de las facturas emitidas por Oceanografía por los servicios prestados. Sin embargo, el informe pericial indica que no existe registro alguno de que Banamex haya devuelto el IVA correspondiente a Oceanografía, a pesar de que la institución bancaria tenía la obligación de hacerlo, según el contrato firmado el 21 de septiembre de 2012.
Oceanografía, que en su momento fue uno de los principales proveedores de Pemex, se vio envuelta en un escándalo en febrero de 2014, cuando Banamex la acusó de un supuesto fraude que ascendía a más de 400 millones de dólares. Hasta ahora, esa acusación no ha sido comprobada. Sin embargo, se han documentado las transacciones y los pagos realizados por Pemex, así como los montos generados por el IVA. El perito contabilizó las facturas y sus correspondientes valores, lo que evidencia un total significativo que Banamex debería haber reintegrado a Oceanografía.
Este tipo de situaciones pone de relieve la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en las relaciones financieras, especialmente en sectores tan críticos como el energético en México. El dictamen pericial fue ofrecido a un juez competente y representa un paso importante en la búsqueda de justicia y resolución de este conflicto.