La situación política en Tabasco se ha intensificado en las últimas semanas, especialmente en relación con Adán Augusto López Hernández, líder del Senado y exsecretario de Gobernación. López Hernández se ha visto envuelto en una serie de tensiones tanto con políticos de la oposición como dentro de su propio partido, Morena. Estos conflictos han sido exacerbados por la violencia reciente en la región, en la que se ha señalado a un grupo delictivo conocido como La Barredora y a funcionarios de la administración anterior.
La lucha interna en Morena refleja una diversidad de lealtades y rivalidades políticas que se remontan a sus raíces en el PRD y el PRI. Adán Augusto representa a un grupo político que ha dominado la escena en Tabasco, pero se enfrenta a la oposición de otros personajes prominentes dentro de su partido, incluyendo al actual gobernador Javier May y a otros miembros del gobierno que se han alineado con Claudia Sheinbaum, apoyando su candidatura presidencial.
El 11 de diciembre, Claudia Sheinbaum intervenó en el conflicto al respaldar a Adán Augusto frente a las acusaciones de Javier May sobre un supuesto pacto con el crimen organizado. Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum rechazó tener información que confirmara estos señalamientos y expresó su incredulidad en la posibilidad de que López Hernández hubiera hecho tales acuerdos.
Esta dinámica de confrontación no solo refleja el estado de las relaciones personales y políticas dentro de Morena, sino que también pone de manifiesto las tensiones más amplias que afectan a la política en Tabasco en el contexto actual de violencia y conflictos de poder.