El asesinato del sacerdote tsotsil Marcelo Pérez Pérez ha generado una fuerte ola de indignación y demanda de justicia en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. A casi dos semanas del crimen, la comunidad ha respondido organizando un altar de muertos en su memoria en la Plaza Catedral, donde los habitantes expresan su dolor y reclaman justicia.
Los organizadores, liderados por Martín López López de la colonia Maya, han enfatizado que no están convencidos de que el hombre detenido como autor material del asesinato sea el verdadero culpable. Demandan que se investigue a los autores intelectuales detrás del crimen, subrayando la importancia del legado de Marcelo Pérez en la lucha por los derechos humanos, la defensa del territorio y la protección del medio ambiente, especialmente en apoyo a los pueblos originarios.
El altar, adornado con flores, velas y ofrendas tradicionales, se convierte en un símbolo de resistencia y una forma de mantener viva la memoria del sacerdote, quien dejó una huella significativa en la comunidad a través de su trabajo y compromiso con causas sociales. Los mensajes que decoran el altar reflejan la añoranza y la lucha por justicia, reafirmando que, aunque el padre Marcelo haya fallecido, su espíritu y enseñanzas perduran en quienes continúan su labor.
La reverberación de este acto de homenaje y protesta indica la necesidad de una respuesta efectiva de las autoridades para esclarecer los hechos y garantizar que se lleve ante la justicia a todos los responsables del asesinato.