El director de Seguridad Pública y Vialidad de Santa Lucía del Camino, Marcos Fredy Hernández López, ha renunciado tras la creciente indignación social provocada por el asesinato del estudiante Diego Ignacio Paz, hijo de maestros. Este evento también llevó al cese de varios oficiales de policía, incluyendo al comandante de turno y otros cuatro agentes, además de la detención de un policía municipal, A. R. P., en relación con los hechos.
Las autoridades, incluyendo el presidente municipal Juan Carlos García Márquez, están tratando de mitigar las protestas y la presión de la comunidad, en especial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) y diversas universidades que han comenzado a organizar marchas exigiendo justicia. Estos grupos consideran el asesinato de Diego como una "ejecución extrajudicial" y piden no solo renuncias, sino también procesamientos de los responsables.
A pesar de los cambios en la cúpula de seguridad municipal, no se ha mencionado explícitamente que los oficiales cesados serán investigados adecuadamente, lo que ha generado más descontento entre los ciudadanos. La Fiscalía General de Oaxaca está llevando a cabo las investigaciones pertinentes para esclarecer las circunstancias del asesinato en un operativo de alcoholímetro en la región.