La memoria caché es un recurso fundamental para mejorar el rendimiento de los dispositivos, ya que almacena datos temporales que permiten acelerar el acceso a servicios y aplicaciones. Este almacenamiento incluye, por ejemplo, credenciales de inicio de sesión, miniaturas de imágenes (thumbnails) y resultados de procesos en aplicaciones, como las ediciones de vídeo. Gracias a la caché, los usuarios pueden disfrutar de tiempos de carga reducidos, menor consumo de datos móviles y la posibilidad de acceder a contenidos sin conexión.
Sin embargo, en ciertas circunstancias, como cuando una aplicación presenta errores o se cierra inesperadamente, puede ser necesario limpiar la memoria caché. Aunque esto ofrece beneficios como la resolución de problemas, implica que los usuarios tendrán que volver a ingresar datos que se habían almacenado, como las credenciales de acceso o el contenido de una cesta de compra.
El uso de la memoria caché varía dependiendo del tipo de aplicación y la frecuencia con la que se utiliza, así como de la cantidad de información que necesita almacenar. Por lo tanto, si se presentan problemas de rendimiento, puede ser útil considerar la gestión de la memoria caché.