El 26 de septiembre, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió, por mayoría, realizar un ajuste de 25 puntos base en la tasa de interés interbancaria, llevándola a 10.50%. Este movimiento representa el segundo recorte consecutivo tras una serie de ajustes acumulados de 75 puntos desde marzo de 2023.
La evaluación de la Junta se centró en el comportamiento de la inflación, sus determinantes y expectativas, así como en los choques que han afectado el componente no subyacente. A pesar de que la inflación general anual se redujo de 5.57% en julio a 4.66% en la primera quincena de septiembre, y la inflación subyacente se mantuvo a la baja en 3.95%, la mayoría de los miembros de la Junta consideraron que la situación inflacionaria aún justifica una postura restrictiva. Solo un miembro, Jonathan Heath, abogó por mantener la tasa en 10.75%.
Las expectativas de inflación subyacente han disminuido para finales de este año, aunque las expectativas de inflación general han aumentado. Banxico reafirmó su compromiso de alcanzar una inflación baja y estable, con una meta a mediano plazo cercana al 3%.
Además, la Junta señaló la debilidad de la economía mexicana, marcada por la volatilidad del peso y la baja en los rendimientos de valores gubernamentales a corto plazo. También resaltaron la incertidumbre causada por factores externos, como recortes de tasas en otros países, la desaceleración del empleo, y tensiones geopolíticas. Factores internos, como las reformas del anterior presidente Andrés Manuel López Obrador y el cambio de poder que se avecina, también influyen en el panorama económico.