Los enfrentamientos entre grupos criminales en Sonora han dejado una fuerte huella en la región, y el ataque a un vehículo de migrantes en el tramo Tubutama-Sáric ilustra la violencia que persiste en el área. La madrugada del domingo, este ataque resultó en la trágica muerte de un menor de edad y en heridas para ocho personas, lo que pone de manifiesto el riesgo que enfrentan los migrantes en su travesía por México.
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, ha señalado que la agresión podría haber sido el resultado de una "confusión" por parte de los grupos que operan en la zona, quienes podrían haber confundido el vehículo de los migrantes con una amenaza, sugiriendo que el ataque no fue necesariamente dirigido a ellos. Esta narrativa resalta la compleja realidad de los migrantes, que no solo enfrentan el riesgo de la violencia del crimen organizado, sino también la falta de protección y seguridad en su ruta hacia el norte.
El ataque se produjo a la 1:15 a.m., y aunque el gobierno del estado ha respondido con un operativo para localizar a los responsables utilizando apoyo aéreo y terrestre, aún no se han reportado avances significativos en la detención de los agresores. La fiscalía local se mantiene activa en su respuesta, pero la violencia en la región sigue siendo motivo de preocupación, especialmente ante el posible reacomodo de los grupos criminales tras la reciente captura de Ismael "El Mayo" Zambada.
Este desafortunado incidente también refleja las huellas del conflicto en Sonora y la necesidad de una atención más urgente hacia la seguridad de los migrantes, quienes a menudo se encuentran atrapados en medio de la lucha por el control territorial entre los grupos delictivos.