La situación de violencia contra las mujeres en Oaxaca ha alcanzado niveles alarmantes, evidenciando fallas en la estrategia de seguridad del gobierno estatal liderado por Salomón Jara Cruz. En los primeros seis días de noviembre se registraron siete asesinatos de mujeres, lo que ha generado una fuerte condena y críticas por parte de diversas voces, incluyendo al secretario general del Partido Acción Nacional (PAN), Sotero Santiago.
Santiago ha cuestionado la inacción de las autoridades y ha señalado la falta de respuesta por parte de las diputadas que deberían defender los derechos de las mujeres y alzar la voz ante esta crisis de violencia feminicida. Enumeró varios casos específicos, comenzando con el asesinato de Lidia Guadalupe, una joven estudiante de 17 años, quien fue atacada en San Miguel Soyaltepec. A su vez, mencionó los casos de Neremi L.R. y María Inocencia R., ambas ejecutadas el mismo día en San Gabriel Mixtepec.
La tercera víctima mencionada fue Judith Vianney T. S., una enfermera de 29 años cuyo cuerpo fue encontrado tras haber estado desaparecida; se reveló que fue brutalmente asesinada y desmembrada por un compañero de trabajo. Además, Soledad C. G., otra joven de 20 años, fue hallada con evidentes señales de violencia tras haber sido reportada como desaparecida.
Estos trágicos eventos han puesto de manifiesto no solo la continua violencia que enfrentan las mujeres en la región, sino también la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para garantizar su seguridad y protección contra la violencia de género. La exigencia de justicia y mejores políticas de seguridad se ha vuelto un clamor en medio de un entorno cada vez más hostil para las mujeres en Oaxaca.