El asesinato de Adalberto Peña Urquídez, conocido como "El Tata", ha conmocionado a la comunidad de Culiacán, Sinaloa, donde cada vez más figuras públicas ligadas a las redes sociales se han convertido en víctimas de la violencia relacionada con el crimen organizado. El ataque, ocurrido en las afueras de una plaza comercial, se suma a una serie de homicidios en este contexto, reflejando un clima de inseguridad creciente en la región.
"La Tata" fue atacado cerca de las 7:30 horas en una zona donde, horas antes, se registró la explosión de un vehículo relacionado con otro incidente violento. El hecho de que su cuerpo presentara múltiples heridas de bala sugiere un ataque directo y planificado, ya que se encontraron casquillos de armas de alto calibre en la escena.
Las autoridades aún no han proporcionado detalles sobre el posible motivo del asesinato, lo que deja abierta la especulación sobre si su muerte está vinculada a su actividad como influencer o si responde a otros factores más profundos dentro de la lucha por el control del territorio por parte de grupos criminales en la zona. La situación refleja un problema más amplio de violencia que afecta a diversas esferas de la sociedad en Sinaloa, donde la narcoviolencia ha permeado en la vida cotidiana y ha impactado a personas de diferentes ámbitos, incluidas las redes sociales.