La noticia del asesinato de Vicente Ramírez Santiago, conocido artísticamente como “Rosty Bazendu”, ha impactado profundamente a la comunidad cultural en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Su cuerpo fue encontrado con signos de tortura y varios disparos, lo que ha generado un clamor por justicia y el esclarecimiento de este crimen.
Rosty Bazendu no solo era un rapero talentoso, sino también un defensor apasionado de su cultura zapoteca y la lengua nativa, Diidxazá. Se le reconoce por su habilidad para articular en sus letras las historias y realidades de su comunidad, lo que lo convirtió en una figura destacada del rap en la región. Además de su carrera musical, trabajaba como mototaxista, lo que refleja su conexión con la vida cotidiana de su gente.
La comunidad ha respondido con indignación, exigiendo que las autoridades encuentren a los responsables y garanticen que este tipo de violencia no quede impune, especialmente hacia quienes son portadores y defensores de la cultura. La muerte de Rosty Bazendu simboliza una pérdida significativa para la comunidad artística y cultural, y su legado seguirá presente a través de su música y su compromiso con la defensa de su identidad cultural.