El asesinato de Jesús Eduardo Franco Lárraga, presidente municipal de Tancanhuitz, San Luis Potosí, es un incidente trágico que resalta la violencia que enfrenta México, especialmente hacia figuras públicas y políticos. Franco Lárraga, que era miembro del partido Morena y tenía apenas 32 años, fue atacado junto con tres personas mientras viajaban en automóvil. Este ataque ocurrió la noche del domingo en la carretera Tamazunchale-Ciudad Valles, cuando un grupo armado los interceptó y abrió fuego.
El cuadro de violencia en el que se da este tipo de ataques suele ser complejo, a menudo relacionado con el crimen organizado. Franco Lárraga, quien había tomado posesión de su cargo recientemente, había sido objeto de impugnaciones electorales y había ganado las elecciones con una diferencia mínima de menos del 3% frente a su oponente. Su asesinato se suma a una creciente lista de ataques a políticos en México, lo cual genera preocupación sobre la seguridad en el contexto electoral y la estabilidad política en diversas regiones del país.
El hecho provocó la llegada de las fuerzas de seguridad al lugar para asegurar la zona y realizar las investigaciones pertinentes, señalando la necesidad de respuestas en cuanto a la seguridad pública y la protección de funcionarios electos.