El reciente asesinato del presidente municipal de Candelaria Loxicha, Román Ruíz Bohórquez, ha puesto de manifiesto las contradicciones en la narrativa sobre la seguridad y la gobernabilidad en Oaxaca. Mientras el gobernador Salomón Jara Cruz lamenta la pérdida y anuncia investigaciones, el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, afirma que la paz y la gobernabilidad prevalecen en el estado.
El ataque, que ocurrió la noche del 14 de octubre, se produjo en el barrio San Martín, donde Ruíz Bohórquez fue agredido con un arma blanca y, a pesar de ser trasladado a una clínica, no logró sobrevivir a las lesiones. La Fiscalía General del Estado ha iniciado una carpeta de investigación, buscando esclarecer los motivos detrás del ataque, que preliminarmente se clasifica como un incidente interpersonal.
Este hecho es un claro indicativo de la compleja situación de seguridad en la región, lo que contrasta con la declaración del gobierno estatal sobre la estabilidad en los municipios. La discrepancia entre las afirmaciones de los funcionarios y la realidad del crimen resalta la necesidad de una atención más profunda y medidas efectivas para abordar la violencia en Oaxaca.